No sé qué historia te inventé
para que te quedaras a dormir aquí.
Lo cierto es que eso fue hace meses
y no te veo ganas de querer salir.
Poco a poco minaste el terreno
olvidando cosas como el secador,
hasta que te adueñaste de todo
incluso del control de mi televisor.
Hoy mi libertad bosteza
pues la generala me prohibió salir,
es viernes y me quedo en casa
porque su mamá hoy viene a cocinar.
Y desfila con su look de tubos
al más puro estilo de la vecindad,
fue tan difícil que entrara
y se ve imposible hacerla salir.
El demonio en casa, empezó de oveja.
Hoy pido permiso mientras limpio el piso
para invitar un amigo.
El demonio en casa, máquina del s**o;
dice cuando se hace, dicta como se hace
y a la hora que le convenga.
El demonio en casa no quiere salir.
Desde que empezaste con las dietas
no se encuentra nada en el congelador,
tu llevas 6 kilos de más
y yo le he abierto 3 huecos al cinturón.
Ya cambiaste el número de casa
para que esas golfas nunca llamen más,
y me pusiste un celular
y tú guardas la clave para mi buzón.
El demonio se mudó a mi casa
y no hay exorcismo que la haga salir,
ya colocó una foto de ella
junto a su mamá en el recibidor.
Y del clóset ni entrar en detalles
que es campo minado a lo Afganistán,
entre blusas y bisutería
ya no tengo espacio para un calcetín.
El demonio en casa, empezó de oveja.
Hoy pido permiso mientras limpio el piso
para invitar un amigo.
El demonio en casa, máquina del s**o;
dice cuando se hace, dicta como se hace
y a la hora que le convenga.
El demonio en casa no quiere salir.
Entre la limpieza y la cocina,
la pedicurista y su peinador;
trabajan más de 6 en casa
y estoy sospechando de su entrenador