No sé qué historia te inventé para que te quedaras a dormir aquí. Lo cierto es que eso fue hace meses y no te veo ganas de querer salir. Poco a poco minaste el terreno olvidando cosas como el secador, hasta que te adueñaste de todo incluso del control de mi televisor. Hoy mi libertad bosteza pues la generala me prohibió salir, es viernes y me quedo en casa porque su mamá hoy viene a cocinar. Y desfila con su look de tubos al más puro estilo de la vecindad, fue tan difícil que entrara y se ve imposible hacerla salir. El demonio en casa, empezó de oveja. Hoy pido permiso mientras limpio el piso para invitar un amigo. El demonio en casa, máquina del s**o; dice cuando se hace, dicta como se hace y a la hora que le convenga. El demonio en casa no quiere salir. Desde que empezaste con las dietas no se encuentra nada en el congelador, tu llevas 6 kilos de más y yo le he abierto 3 huecos al cinturón. Ya cambiaste el número de casa para que esas golfas nunca llamen más, y me pusiste un celular y tú guardas la clave para mi buzón. El demonio se mudó a mi casa y no hay exorcismo que la haga salir, ya colocó una foto de ella junto a su mamá en el recibidor. Y del clóset ni entrar en detalles que es campo minado a lo Afganistán, entre blusas y bisutería ya no tengo espacio para un calcetín. El demonio en casa, empezó de oveja. Hoy pido permiso mientras limpio el piso para invitar un amigo. El demonio en casa, máquina del s**o; dice cuando se hace, dicta como se hace y a la hora que le convenga. El demonio en casa no quiere salir. Entre la limpieza y la cocina, la pedicurista y su peinador; trabajan más de 6 en casa y estoy sospechando de su entrenador