Hay veces que
no tengo ganas de verte.
Hay veces que
no quiero ni tocarte.
Hay veces que
quisiera ahogarte en un grito
y olvidarme de esa imagen tuya;
pero no me atrevo.
Hay veces que
no dejo de soñarte;
de acariciarte
hasta que ya no pueda.
Hay veces que
quisiera morir contigo
y olvidarme de toda materia;
pero no me atrevo.
Hay veces que
no sé lo que me pasa;
ya no puedo saber
qué es lo que pasa adentro.
Somos como gatos en celo;
somos una célula que explota;
y esa no la paras,
no la paras, no, no, no, no.