Hay veces que no tengo ganas de verte. Hay veces que no quiero ni tocarte. Hay veces que quisiera ahogarte en un grito y olvidarme de esa imagen tuya; pero no me atrevo. Hay veces que no dejo de soñarte; de acariciarte hasta que ya no pueda. Hay veces que quisiera morir contigo y olvidarme de toda materia; pero no me atrevo. Hay veces que no sé lo que me pasa; ya no puedo saber qué es lo que pasa adentro. Somos como gatos en celo; somos una célula que explota; y esa no la paras, no la paras, no, no, no, no.