He visto la tierra girar cosida a los desiertos sin mitad. La sombra quebrada de un glaciar que tiembla como un crío frente al mar. Ya es hora de intercambiar paisajes por palabras. Ya es hora de replegar las alas, rumbo a casa. He viajado a lomos de la lava de un volcán, esclavo de su urgencia y su velocidad. Haciendo de la música espejo de mi hogar, un manto en los delirios de un chaval. Ya es hora de intercambiar su fuego por palabras. Ya es hora de replegar las alas, rumbo a casa. (BIS)