En Santiago la chacarera tiene la gracia que en el mar tiene el pez, pero escuchen ésta que traigo del fondo del norte cordobés. Por Deán Funes la encontré entonada por un grillo cantor. A lo lejos la acompañaba repiqueteando un coche motor. En la casa de los Pachecos guitarra, bombo, palmas y mandolín pá que sepan como se toca la chacarera por Ichilín. Y si quieren conocer a un musiquero como no hay más, oigan a Don Pedro Vergara que ni dormido pierde el compás. Me han contado que por los pozos no le mezquinan al cantar y bailar por los pagos de Don Acosta hasta un quirquincho han visto tocar. De Tulumba que decir cuando doña Dominga sale a bailar ya lo han hecho coplas mejores yo sólo la quería recordar. Y no es para comparar porque el gusto está en la variedad sólo sepan que por mis pagos chacarereamos como el que más. No se olviden que por mi norte el canto criollo no morirá jamás. Es un fuego que aunque lo apaguen una y mil veces renacerá.