Al socuello de tus pechos de seda Nubes de humo se elevan desde el suelo Las trinco, fumo y me monto un riachuelo Que desemboca en un mar donde las olas Juegan desnudas pa sonrojar al viento En tus caderas se echa el atardecer Y las estrellas andan cogiendo sitio El día se oculta y nos roba los colores Y entre las flores tu boca esta de vicio Y la brisa acaricia tu pelo, y me dejo seducir por tu olor Te desnudas y me meto yo dentro y en un momento abres tu flor Y me engancha su aroma Y la luna se asoma to colocá Atrevida nos roza y fogosa se posa sobre el encinar Y en tus ojos ardientes me meto valiente pa ir mas allá Que después de volar me retiro a descansar al socuello de tus pechos de seda Y después de volar me retiro a descansar al socuello de tus pechos de seda De yerba fresca me curro un canutito Y me entretengo mordiéndote los labios Llega la risa nos brillan los ojitos y por tu cuerpo se extravían mis manos Y tengo hambre y te lo como todo y por tu boca mi lengua se abre paso Poquito a poco nos volvemos locos, junto a la luna sobaos nos quedamos Y amanece y el alba nos lava con el rocío que la noche parió El sol acude con resaca y legañas, ayer la montaña quería calor Y la luna se ha ido a mirarse en el río el careto que lleva Y ha dejado encendido donde hemos dormido un porrito de yerba De tus ojos ardientes me salgo pa verte y me vuelvo a colgar Hasta que venga tu boca toa sonriente y me la ponga dura tu caminar Hasta que se haga la noche, el día se acueste y baile la luna toa colocá