En estos días todo el viento del mundo sopla en tu dirección. La Osa Mayor corrige la punta de su cola y te corona con la estrella que guía la mía. Los mares se han torcido con no poco dolor hacia tus costas. La lluvia dibuja en tu cabeza la sed de millones de árboles, las flores te maldicen muriendo celosas. En estos días no sale el sol, sino tu rostro, y en el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos: Ay! de estos días terribles, ay! de lo indescriptible. En estos días no hay absolución posible para el hombre, para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega, ese animal remoto que devora y devora primaveras. En estos días no sale el sol, sino tu rostro, y en el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos: Ay! de estos días terribles, ay! del nombre que lleven, ay! de cuántos se marchen, ay! de cuántos se queden. Ay! de todas las cosas que hinchan este segundo, ay! de estos días terribles, asesinos del mundo. These days the wind of the entire world blows toward your direction. The Big Dipper marks the tip of its tail And it crowns you with its guiding star; my star The seas have bent with much pain towards your sea shores. The rain draws on your head the thirst of a million trees, the flowers curse you, dying jealous. These days the sun doesn't rise, but your face, and in the deaf silence of time your eyes scream: Ay! of these terrible days, ay! of what can't be described. These days there's no possible absolution for man, for the savagem the beast that roars and sings blind, that remote animal that devours and devours springs. These days the sun doesn't rise, but your face, and in the deaf silence of time your eyes scream: Ay! of these terrible days, ay! of the name they carry, ay! of how many will leave, ay! of how many will stay. Ay! of all the things that swell this second, ay! of these terrible days, world k**ers.