Vuela el mundo sobre el techo, dicen el búho que cantando todo mira, todo busca, todo dice pregonando, pregonando, ay, pregonando. ¿Dónde está la siempre eterna moraleja de la luna? ¿Dónde está que no la encuentro yo, que no tengo ninguna desde cuándo, ay, desde cuándo? Cantar y cantar, las lunas se van y se van. Mas otras vendrán porque éstas no están ya no están. Subo un monte en la mañana, bajo un río por la tarde: voy con tu mirada a cuestas, sobre mi mente que arde desde cuándo, ay, desde cuándo?