Cuando se duerman y sientan en sueños que tocan a la puerta como pidiendo entrar, no se molesten, que acaso es mi sombra que vaga algunas noches buscando qué cosa amar. Son a veces las seis, y cuando sale el sol yo me lo encuentro y lo saludo por aquí, por allá, por mañana, por hoy, por todo espacio, por todo tiempo. Quien me halle entonces me quitará frío y no vale la pena malgastar el calor: soy distraído y mal agradecido y mi frío se pega y yo no sé, mas da dolor. Son a veces las seis, y cuando sale el sol yo me lo encuentro y lo saludo por aquí, por allá, por mañana, por hoy, por todo espacio, por todo tiempo. Cuando yo pase y les toque a la puerta, se entierran en la arena como el avestruz. Dejen que pase mi mala silueta con su cañón despierto y su velocidad de luz. Son a veces las seis, y cuando sale el sol yo me lo encuentro y lo saludo por aquí, por allá, por mañana, por hoy, por todo espacio, por todo tiempo.