Mucho más allá de mi ventana, las nubes de la mañana son una flor que le ha nacido a un tren. Un reloj se transforma en cangrejo y la capa de un viejo dá con una tempestad de comején. Mucho más allá de mi ventana algodones jugaban a ser un jardín en espera de abril. Luego entro los ojos chorreando esa luz de infinito, y es cuando necesito un perro, un bastón, una mano, una fe. Y tú pasas tocando el frío con suave silencio y, ciego, te sentencio a que nombres todo lo que ahora no sé. Mucho más allá de mi ventana, las nubes de la mañana son una flor que le ha nacido a un tren. Un reloj se transforma en cangrejo y la capa de un viejo dá con una tempestad de comején. Mucho más allá de mi ventana algodones jugaban a ser un jardín en espera de abril. Mucho más allá de mi ventana mi esperanza jugaba a una flor, a un jardín, como esperando abril.