Un hombre se levanta temprano en la maana, se pone la camisa y sale a la ventana. Puede estar seco el da, puede haber lluvia o viento, pero el paisaje real -la gente y su dolor- no lo pueden tapar ni la lluvia ni el sol. Una vez descubierta esa verdad sencilla, o se sube a la calle o se baja a la silla. O se ama para siempre, o ya se pierde todo. Se deja de jugar, se deja de mentir, se aprende que matar es ansias de vivir. Un hombre se levanta y sale a la ventana y lo que v decide la prxima maana. Un hombre simplemente sale a mirar el da y se deja quemar con ese resplandor y decide salir a perseguir el sol.