El aire toma forma de tornado y en l van amarrados la muerte y el amor. Una columna oscura se levanta y los nios se arrancan los juegos de un tirn. Abuela, tus tijeras son rurales y cortan otros males pero este viento, no. Gurdate tu oracin, amigo viejo, e invoca a Peralejo, que nos viene mejor. Nadie se va a morir, menos ahora que esta mujer sagrada inclina el ceo. Nadie se va a morir, la vida toda es un breve segundo de su sueo. Nadie se va a morir, la vida toda es nuestro talismn, es nuestro manto. Nadie se va a morir, menos ahora que el canto de la Patria es nuestro canto. Delante de la columna, al frente, donde ha viajado siempre la mira del fusil, que hable la frtil puntera, que esa garganta enva mi forma de vivir. Con la muerte todas las cosas ciertas grabaron una puerta en el centro de abril. Con Patria se ha dibujado el nombre del alma de los hombres que no van a morir.