(Farsa en cuatro actos) (Primer acto) Los cazadores salen, los cazadores bailan, los cazadores suean con un planeta de brujas por quemar. Los cazadores miran, los cazadores buscan, los cazadores prenden una candela para salvar a Dios. (Segundo acto) Ahora sale una nia bien correcta y aunque la nia se ha cortado las trenzas, los cazadores tiemblan ante aquella belleza. Pero uno tiene cara de aberrado y grita que dnde est su cinturn de castidad. Y se lo tiran para quemarla en la hoguera, por brujita, para quemarla en la hoguera, pobrecita, para quemarla en la hoguera, ay. (Tercer acto) Pero entra nuestro hroe seguido de una pila de mujeres que le dicen canciones y poemas, viejos, nios, todos agradecidos. El hroe est a la moda: pantalones de pliegues, zapatos de dos tonos, la patilla cortada y el pelito bien corto. Y se re al ver los cazadores con sus pelos tan largos y las mallas estrechas arrastrando a la nia a morir en la hoguera en nombre de Dios. Entonces los cazadores enfurecidos sueltan la nia y se abalanzan sobre nuestro hroe que ya espera en guardia y desarmado. Nuestro hroe se mueve rpido, esquiva los espadazos y responde con sus puos limpios y les d: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez piazos bien dados, y todos se derrumban. Mientras todos lo aclaman como es natural va y recoge a la nia que ya est desmayada, le d un beso y despierta y se van muy felices, sabiendo que no quedan cazadores de brujas. (Cuarto acto) Los cazadores salen, los cazadores bailan, los cazadores suean con un planeta de brujas por quemar. Los cazadores buscan, los cazadores miran, los cazadores prenden una candela para salvar a Dios.