A la vieja historia de saber por qué se suma innecesario el juego de creer que lo bueno y malo nunca es a la vez y que lo que parece casi siempre es cuanto cuesta imaginar sin ver ni escuchar lo que nos hace bien cuando parece hacernos mal Pero sin embargo nos cuesta entender que estamos enfrentados sin saber por qué y polarizamos todo para ver con los ojos vendados por la estupidez juicio previo sin verdad huele a discriminar cuando en vez de ver nos limitamos a mirar Porque preenjuiciar evita que entendamos lo que en realidad nos pone enfrentados y eso es mucho más que la postura a imitar cambiemos nuestra realidad tumbando las barreras viendo más allá y después de mirar tal vez enfrente ya no se vea del todo