Delincuentes, nos robamos el amor, éramos adolescentes, desnudos piel a piel. Siempre juntos, yo por ti y tú por mí inventamos nuestro mundo, un mundo para dos. De repente, todo aquello se rompió, de la noche a la mañana se fue la luna, se fue el sol. Con el tiempo, yo fui padre y tú mujer, se apartaron nuestras vidas, buscamos el edén. (estribillo) Volveré, te siento a mi lado, hoy puedo adivinarte el pensamiento. Muy despacio, tan lentamente, que pueda recordarte que puedas recordarme otra vez. Hoy te escribo, con entera libertad, con el corazón abierto, un arco iris por salir. Tantos años sin perder nunca la fe, esperando este momento, pensando siempre en ti. (estribillo)