Ha pasado mucho tiempo y han cambiado tantas cosas desde que, me marché. Una lágrima en la mesa, y una carta sin promesa, esto fue, herencia de mi ayer. Con prejuicios que hoy sí dejaré, metidos en el fondo de, algún cajón. Sin ti me da miedo hasta desviar. Y hoy el miedo y tu existencia, y tu sórbida paciencia, como un virus, me infectó. He contado mis látidos y los años que he perdido por querer verte crecer. Voy haciendo mi sonrisa y subiendo tan deprisa que tal vez, me sea imposible frenar. Con plegarias que yo me inventé, para tenerte cerca de mi corazón. Sin ti me da miedo hasta desviar. Y hoy el miedo y tu existencia, y tu sórbida paciencia, como un virus, me infectó. Me infectó... Sin ti me da miedo hasta desviar. Y hoy el miedo y tu existencia, y tu sórbida paciencia, como un virus, me infectó. Me infectó...