Lo he soñado en esta casa, Entre paredes y puertas, Dios permite que los hombres Sueñen cosas que son ciertas. Lo he soñado mar afuera, En unas islas glaciares, Que no digan los demás La tumba y los hospitales. Una de tantas provincias, Del interior fue su tierra, No conviene que se sepa Que muere gente en la guerra. Lo sacaron del cuartel, Le pusieron en las manos Las armas y lo mandaron A morir con sus hermanos. Oyó las balas arengas De los vanos generales, Vio lo que nunca había visto, La nieve y los arenales. Oyó vivas, y oyó mueras Oyó el clamor de la gente, Él sólo quería saber Si era o no era valiente. Lo supo en aquel momento En que le entraba la herida, Se dijo no tuve miedo, Cuando lo dejó la vida.