Resplandece el bronce bajo el sol, siento a los dioses a mi alrededor. Grazna desde el cielo un cuervo que la sangre de alguno pronto ha de beber. Sobre el polvo batallo con fe, de tus golpes ya siento el poder. Quiera Apolo que triunfe y te arranque el alma y pueda volver a mi hogar. Siente la furia del bronce que te ha de acabar, a los ojos de tu padre tu cuerpo he de destrozar. Sabes muy bien que estás muerto, más sigues en pie, aferrándote a la idea de que pronto has de vencer. Siente el filo cortando tu piel, veo tu sangre en mi espada correr… Has caído y el triunfo no sabe a gloria. ¡Muere miserable mortal! Cuando choque el bronce hemos de saber, si la gloria o la muerte nos ha de acoger. Mil héroes han muerto por tu vanidad, por tu amado amigo, la sangre... Cruel destino me deparan hoy los inmortales, pues la suerte está en mi contra y no puedo vencer… ¡Apolo!... ¡Me dejas morir! ¡Hermanos, sin duda es el fin! Cuando choque el bronce hemos de saber, Si la gloria o la muerte nos han de acoger. Mil Héroes han muerto por tu vanidad, por tu amado amigo, la sangre caerá.