De noche, la clase alta conspira, "jaibol" en la mano, tramando. La clase media descansa, estropeada, la televisión mirando. La clase baja sigue abajo, el día del cambio esperando. El sueño llega y nos cubre a todos con su manto. Y unos se tapan con la mentira y otros se arropan con la verdad. Y todo el mundo le apuesta a la vida, mientras duerme la ciudad. Unos sueñan con ganancias, otros lloran lo perdido. Algunos no dan importancia a lo vivido. Incluso, la maldad dencansa, con un suspiro. Todos se acuestan pensando: "Mañana, viene lo mío!" Y unos se arropan con la mentira y otros se tapan con la verdad. Y todo el mundo le apuesta a la vida, mientras duerme la ciudad. (Y unos se acuestan con la mentira...)