Nadie escoge a su familia o a su raza, cuando nace Ni el ser rico, pobre, bueno, malo, valiente o cobarde Nacemos de una decisión donde no fuimos consultados Y nadie puede prometernos resultados Cuando nacemos no sabemos ni siquiera nuestro nombre Ni cual será nuestro sendero, ni lo que el futuro esconde Entre el bautizo y el entierro cada cual hace un camino Y con sus decisiones, un destino Somos una baraja más de un juego que otro ha comenzado Y cada cual apostará según la mano que ha heredado La vida es una puerta donde no te cobran por la entrada Y el alma es el tiquete que, al vivir, te rasgan cuando pagas Y cada paso crea una huella, y cada huella es una historia Y cada ayer es una estrella en el cielo de la memoria Y la marea del tiempo lleva y trae nuestras contradicciones Y entre regreso y despedida cicatrizan los errores Y cada amigo es la familia que escogemos entre extraños Y entre la espera y el encuentro uno aprende con los años Que solamente a la conciencia nuestro espíritu responde Y que una cosa es ser varón y otra es ser hombre Nadie escoge a su familia, o a su raza, cuando nace Ni el ser bueno, malo, lindo, feo, inocente o culpable Del nacimiento hasta la muerte toda vida es una apuesta De nuestra voluntad depende la respuesta ¡Sueño por un mundo diferente Donde nuestro amor nunca se acabe! ¡Luchen por un mundo diferente Donde nuestro amor nunca se apague!