Se lo dijeron mil veces, Y ella nunca quiso poner atención. Cuando vinieron los llantos Ya estaba muy dentro de su corazón. Lo esperaba hasta muy tarde, Ningún reproche le hacía; Lo más que le preguntaba Era que si la querías. Y bajo sus besos en la "madrugá", Sin que notara la cruz de su angustia, Solía cantar: Estribillo Te quiero más que a mis ojos, Te quiero más que a mi vida, Más que al aire que respiro Y más que a la madre mía. Que se me paren los pulsos Si te dejo de querer, Que las campanas me doblen Si te falto alguna vez. Eres mi vida y mi muerte, Te lo juro, compañero, No debía de quererte (bis) Y sin embargo te quiero. II Vive con unas y otras Y no le importa nada de su soledad; Sabe que tiene un hijo Y ni el apellido le vino a dar. Llorando junto a la cuna Le dan las claras del día; Su niño no tiene padre, ¡ay que mala suerte niña! Y bajo sus besos en la "madrugá", Sin que notara la cruz de su angustia, La oyeron cantar: Estribillo