Cuandos nos miremos, si es que nos miramos, trátame despacio, casi con cuidado. Muéstrame tus ojos, déjalos que hablen, deja que me cuenten todos tus antojos. Cuéntame con calma cómo fue tu vida, si hay alguna herida que te muerda el alma. Déjame abrazarte con palabras suaves, dame alguna llave para entrar y amarte. Quizás empecemos un diálogo mudo, tan suave o tan crudo como lo acordemos. Quizás empecemos un diálogo mudo, quizás lo empecemos, y seamos uno. Y cuando empecemos esta historia nuestra, en página en blanco, que nos pertenezca. Quizás yo me acueste en tu melancolía o quizás me quede semanas o días. Quizás empecemos un diálogo mudo, tan suave o tan crudo como lo acordemos. Quizás empecemos un diálogo mudo, quizás lo empecemos, y seamos uno.