Desde que tú me dejaste no he podido volver a ser yo. Debo pagar el peaje, fin de la autopista, ¿cuánto es?, por favor. Los expertos recomiendan lobotomizarme hoy el corazón. Donaré todos mis cromos por si se complicara la operación. Siguiendo todas las reglas de la dictadura que me ha impuesto tu ausencia, verás que el hombre teledirigido perdió el control. Desde que me abandonaste hago cosas antes nunca imaginables: cuido niños ilegales, cobro más dinero por no denunciarles. En mi colección de mapas, marco las ciudades en la que no pasa nada. Si un día sucediera algo, viviremos juntos encerrados en el armario. Y es en las distancias cortas donde un hombre se la juega por su colonia, verás que el hombre teledirigido se perfumó.