A un lado mi sonrisa y viene a mi corazón otro pájaro más negro. Se detienen mis impulsos ante tu vacilación y ahora todo ya se ha hundido en mi. Nunca más... Nunca más quiero contemplar en tu cara un gesto que no puedes ocultar. Tus zapatos de gigante han querido amenazar mi pequeño desvarío. Siempre esperarás que en la esquina me asalte el peligro y que el juego esconda una traición. Nunca más Volveré a pensar que hay alguna culpa en mi felicidad. Nunca más Quiero contemplar en tu cara un gesto que se oculta mal. Nunca más Voy a soportar que abras una trampa de tristeza en cada pista donde bailo yo.