Volutas de humo que flotan Alrededor de mi cuerpo Con que simpleza se desintegran En cuanto las toca el viento Conversar, conversar con vos quisiera Decirte, decirte lo que yo siento... ¿Por qué siempre te necesito Cuánto más solo me encuentro? Éste, éste, tu encanto fatal Es lo único que no entiendo Sabiendo que, poco a poco Mi vida estás consumiendo... Cigarrillo forrado de blanco El color de la pureza y, ¿Qué llevás en el alma? Lo negro... ¡Cuántos somos los que nos aferramos A tus pitadas profundas y exhalamos de una vez! (Mientras tragamos tu veneno...). Apartarte, apartarte yo quisiera Pero sé que no puedo Porque en cada devenir de esta vida que padecemos En mi propia cobardía más me aferro A tu maldito veneno... Te tomé como juguete de purrete Y hoy, que sos parte mía No sabés cuánto me arrepiento Ya sin vos, ya sin vos no sé vivir Porque sos mi companero Ese amigo que busqué en la noche solitaria Mientras contemplaba los cielos Y que hablaba de mis sueños, mis tristezas y alegrías Mientras vos, poco a poco En mis dedos te consumías Y así, así me quitaste el aliento No me dejás respirar Manchaste todos mis dedos Y por dentro devoraste gran parte de mi cuerpo... Pero, ¿qué te puedo reprochar? Si fuiste mi compañero... Y otra vez, otra vez te vuelvo a encender Y mientras miro tus volutas de humo Que envuelven todo mi cuerpo Te tengo que decir, a mi pesar Que seguís siendo mi mejor compañero...