Ésta es la historia de uno de nosotros, nacido él también de casualidad en calle Gluck en una casa, en las afueras, gente tranquila, que trabajaba. Allí donde estaba la hierba ahora hay una ciudad, y esa casa en medio del verde ahora ya ¿dónde estará? Este muchacho de la calle Gluck se lo pasaba bien jugando conmigo pero un día dijo:"Voy a la ciudad" y lo decía mientras lloraba Yo le pregunto: "Amigo, ¿no estás contento? Por fin te vas a vivir en la ciudad Allí encontrarás las cosas que no tuviste aquí podrás lavarte en tu casa sin bajar al patio". "Querido amigo mío" - dijo - "nací aquí y en esta calle ahora dejo mi corazón. Pero ¿cómo es que no entiendes? Es una suerte para vosotros que os quedáis a pies descalzos jugando en los prados, mientras que allí en el centro yo respiro el cemento. Pero vendrá un día en que volveré de nuevo aquí y oiré al amigo tren silbando así: ¡wa wa!" Pasan los años, pero ocho son largos, pero ese muchacho hizo mucha carrera pero no se olvida de su primera casa, ahora con el dinero se la puede comprar vuelve y no encuentra a los amigos que tenía sólo casas sobre casas, alquitrán y cemento. Allí donde estaba la hierba ahora hay una ciudad, y esa casa en medio del verde ahora ya, ¿dónde estará? Ey, Ey, La la la... la la la la la... Eh no, no sé, no sé por qué, por qué siguen construyendo la casas y no dejan la hierba no dejan la hierba no dejan la hierba no dejan la hierba Eh no, si seguimos así, quién sabe cómo haremos quién sabe quién sabe cómo haremos...