En la cabeza tengo un clavo estaba la mesa llenita ¿que erá aquello? ¿espí? Nunca es muy temprano y nunca es demasiado y no hay ninguna droga mala para mí. Hasta los chaperos te llaman traidor eres la verguenza de la profesión, tumbado todo el día en tu sofá, para un poco quieto y ponte a la sombra Tomás.