Montado llego, en la melancolía De que ella undía su amor todo bebió. La noche fría, rota y fría. Acurrucando en un rincón. Perversa mueca de luna Cayendo a tiempo en ese ron. Jamás llorarás le dijo ella un día. Y baleando su orgullo, el aire le quitó. Abandonó entre sus faldas Casi mil melodías Y un revólver plata Que al mismo diablo, él le robó.