Que no se calle la calle Que sea frío el tambor Que la locura arrase Y quede uno de los dos Que no se pudra el intento Y el oro pierda valor Que la alegría dispare Y no se rinda tu voz Hay libertad En este mundo Llorar es de cobardes Si lloras por este mundo No es demasiado tarde Para burlar lo injusto Hay libertad