Las dulces promesas sufren, el viejo pretexto De que mañana se darán Porque ahora no hay tiempo Todo se posterga dice la vieja historia El regalo del final pesa todos los días y se va Para usted señor, yo le ofrezco Un poco de comprensión Junto con un cuerpecito sin ropas Para un largo invierno Fascinantes son las playas y un hotel en las montañas Más prolija es mi pobreza que el lugar donde trabajo Hoy me muero un poco Y mañana me muero un poco más Toda mi vida esta regalada A unos cuantos en las semanas