Laten entre dos microsegundos los recuerdos de un instante que te quise recordar. La simbología del lenguaje de tus cosas cuando vamos y volvemos para atrás. Siento que te pierdo y que se pierden en la nada las mañanas que soñamos una vez; las alegorías a la nada, los intentos de mirarnos, las mudanzas que se llevan el ayer. Trato de ser lógico y alérgico a las cosas que pediste que apurara a renunciar, desde que te fuiste ando con disfraz de triste y las noches y los días para atrás. Yo quisiera saber qué podemos hacer, y no hay nada en este mundo que contenga este profundo y sistemático lamento de arrabal. ¿A dónde vas cuando te vas y te perdés? ¿Por qué gritás si no sabés lo que querés? ¿A dónde fue lo que fuimos ayer? Cuando me caiga, me levantaré. En la ventana vi mi otro antes de ayer, sabré, si me perdí, dónde encontrarme bien. Yo no respondo a mí y mucho menos quien me supo responder con la verdad, también. Yo quisiera saber qué podemos hacer, y no hay nada en este mundo que contenga este diluvio de las lluvias que se llueven al revés. ¿A dónde vas cuando te vas y te perdés? ¿Por qué gritás si no sabés lo que querés? ¿A dónde fue lo que fuimos ayer? Cuando me caiga, me levantaré. Lo sentiré, te llevaré, te llevaré, me faltarás en el cuerpo también. Esta mañana, dormido, lloré, y es infinita la pena, también. ¿A dónde vas cuando te vas y te perdés? ¿Por qué gritás si no sabés lo que querés? ¿A dónde fue lo que fuimos ayer? Cuando me caiga, me levantaré. Lo sentiré, te llevaré, te llevaré, me faltarás en el cuerpo también. Esta mañana, dormido, lloré, y es infinita la pena, también. No hay nadie en este mundo que contenga este diluvio de las lluvias que se llueven al revés. Y no hay nadie en este mundo que contenga este diluvio de las lluvias que se llueven al revés. Yo quisiera saber qué podemos hacer, y no hay nadie en este mundo que contenga este diluvio de las lluvias que se llueven al revés.