Estoy en el rincón de aquel viejo salón éramos adolescentes donde me castigaban, por hacerte reír. Qué hermosa te veías con tu uniforme azul y tus ojos desvelados de tanto estudiar, mientras yo me copiaba lo importante era pasar. Y fuimos tan distintos y nos quisimos tanto fue en el viaje del colegio en el autobús, cuando apagaron la luz yo te besé. La inocencia de ese amor me hizo recordar, que pensando tiempo atrás no importaba, nada más y de tanto recordarte hasta te quisiera ver ya ha empezado a amanecer.