Te presentas en mi vida Y me pides que te entregue el alma, Por dos noches de embriaguez Que nunca, nunca debieron ser. Si mi culpa sólo fue ser hombre Por quedarme a solas con tu cuerpo, No me cobres precio tan alto, mujer, Que ni quiero amar, Ni nunca más volveré a querer. Por eso, sólo por eso, Por eso te pido mujer: Vete de mí, mujer embriagadora, Vete de mí, mujer, Vete de mí, mujer embriagadora, Vete de mí, mujer. La suerte ha maldicho mis días, Y la misma suerte en ti no confía; Qué tiene de malo habernos conocido Si de vez en cuando cubrimos Nuestro vacío. Tu sufrir es la necesidad de amor Y el mío haber amado tanto, No me exijas nada por dos noches Que no busqué, que me arrepiento, Tú me engañaste. Por eso, sólo por eso, Por eso te pido mujer: Vete de mí, mujer embriagadora, Vete de mí, mujer, Vete de mí, mujer embriagadora, Vete de mí, mujer.