Cierto, el tiempo nos sepulta en un reloj De arena pulcra y nunca acepta las disculpas La vida insulta penas inapelables Que dan cabida a unas conductas miserables Sufrimos por apego, el ego nos domina Pero por encima esta el dinero La ruina nos encuentra, por buscarla entre larvas Y solo salda su cuenta viéndonos criar malvas Nos falta afecto, somos a la farsa adeptos Unos déspotas funestos Consumidos por la rabia Consumamos la ofensa con burda infamia Cualquier familia trae calvarios, el amor mal fario Y la salud... es un misterio hereditario ¿Qué grato futuro nos espera? Si afuera Esta oscuro, será una triste esquela No somos en el cosmos Más que cenizas venideras y polvo Seres ignorantes superando sus colmos Cuando lo importante, es el instante socio No somos en el cosmos Más que cenizas venideras y polvo Seres ignorantes superando sus colmos Cuando lo importante, ¡es el instante, coño!