Llevo tu voz en mi voz, grabada con aerosol, tu beso fantasma pegado en mi labio inferior, y el mapa de tu desnudez. Llevo el prisma de tus ojos en mi casco de astronauta, y la tímida aurora de tus células. Y todas las noches bajo la vía láctea parecen eternas si tú no estás. Todas las noches desde mi ventana conjuro tu nombre inmortal. Y a veces llora mi piel cuando se empaña de anhelo, se infla mi mente con tantos recuerdos, que ya no me puedo dormir. Y en la alfombra de tus sueños
soy el rayo vagabundo, y desmaya y dolece, pero no se apaga. Y todas las noches bajo la vía láctea parecen eternas si tú no estás. Todas las noches desde mi ventana conjuro tu nombre inmortal. Llevo el prisma de tus ojos en mi casco de astronauta, y la tímida aurora de tus células. Vía láctea, vía láctea, vía láctea, si tú no estás. Vía láctea, vía láctea, vía láctea, si tú no estás. Y sé que te vuelvo a encontrar.