Soy el hongo Yesquero con forma de casco de caballo, Creciendo sobre el tronco de este árbol enfermo. No siendo perseguidor de mi muerte, sobrevivo en esta guerra incólume a las mensajeras de la parca: La impotencia, la rutina y la apatía, y me tributo el honor de ser observador de mi vida. No hago otra cosa que llevar a cuestas la morada y el teatro, la pluma y el beso.
Como el viejo Bluesman, como el inmortal segundo de este presente que es lo único que tengo. Sigo la línea recta que marcan mis orgullosas manos de obrero fino, los mandamientos que bombea la Biblia de mi corazón. Soy el cardo seco, el trapo quemado: Soy Yeska y espero chispa para prender fuego.