Dulce vecina de la verde selva
Arpillerista azul, verde y granate
Grande enemiga de la zarzamora
Violeta Parra.
Chillaneja locera y costurera
Bailarina del agua transparente
Árbol lleno de pájaros cantores
Violeta Parra.
Has recorrido toda la comarca
Desenterrando cántaros de greda
Y liberando pájaros cautivos
Entre las ramas.
Preocupada siempre de los otros
Cuando no del sobrino de la tía
Cuándo vas a acordarte de ti misma
Viola piadosa.
Tu dolor es un círculo infinito
Que no comienza ni termina nunca
Puesto que siempre has sido lo que eres
Ánfora plena.
Cuando se trata de bailar la cueca
De tu guitarra no se libra nadie
Hasta los muertos salen a bailar
Cueca valseada.
Cueca de la Batalla de Maipú
Cueca del Hundimiento del Angamos
Cueca del Terremoto de Chillán
Todas las cosas.
Ni bandurria ni tenca ni zorzal
Ni codorniza libre ni cautiva
Tú, solamente tú, tres veces tú
Ave del paraíso terrenal.
Charagüilla gaviota de agua dulce
Todos los adjetivos se hacen pocos
Todos los sustantivos se hacen pocos
Para nombrarte.
Pero resulta que los secretarios
Andan con la cabeza para abajo
Y te declaran una guerra a muerte Violeta Parra.
Porque tú no te compras ni te vendes
Porque tú no te vistes de payaso
Porque tú nos aclaras en el acto
Viola volcánica
¡Porque tú los aclaras en el acto!
Tu corazón se abre cuando quiere
Tu voluntad se cierra cuando quiere
Y tu espíritu sopla cuando quiere
Aguas arriba!
Cómo van a quererte me pregunto
Cuando son unos tristes funcionarios
Grises como las piedras del desierto
¿No te parece?
En cambio tú, Violeta de los Andes
Flor de la cordillera de la costa
Eres un manantial inagotable
De vida humana.
¡Nadie puede quejarse cuando tú
Cantas a media voz o cuando gritas
Como si te estuvieran degollando
Violeta Parra.
Lo que tiene que hacer el auditor
Es guardar un silencio religioso
Porque tu canto sabe adónde va
Perfectamente.
Rayos son los que salen de tu voz
Hacia los cuatro puntos cardinales
Vendimiadora ardiente de ojos negros
Violeta Parra.
Se te acusa de esto y de lo otro
Yo te conozco y digo lo que eres
¡Oh corderillo disfrazado de lobo!
Violeta Parra.
Yo te conozco bien hermana vieja
Norte y sur del país atormentado
Valparaíso hundido para arriba
¡Isla de Pascua!
Sacristana cuyaca de Andacollo
Tejedora a palillo y a bolillo
Arregladora vieja de angelitos
Violeta Parra.
Los veteranos del Setentaynueve
Lloran cuando te oyen sollozar
En el abismo de la noche oscura
¡Lámpara a sangre!
Cocinera, niñera, lavandera
Niña de mano, todos los oficios
Todos los arreboles del crepúsculo
Viola Parra.
Yo no sé qué decir en esta hora
La cabeza me da vueltas y vueltas
Como si hubiera bebido cicuta
Hermana mía.
Dónde voy a encontrar otra Violeta
Aunque recorra campos y ciudades
O me quede sentado en el jardín
Como un inválido.
Para verte mejor cierro los ojos
Y retrocedo a los días felices
¿Sabes lo que estoy viendo?
Tu delantal estampado de maqui.
Tu delantal estampado de maqui.
¡Río Cautín!, ¡Lautaro!, ¡Villa Alegre!
¡Año mil novecientos veintisiete
Violeta Parra!
Pero yo no confío en las palabras
¿Por qué no te levantas de la tumba
A cantar, a bailar, a navegar
En tu guitarra?
Cántame una canción inolvidable
Una canción que no termine nunca
Una canción no más, una canción
Es lo que pido.
Qué te cuesta mujer árbol florido
Álzate en cuerpo y alma del sepulcro
Y haz estallar las piedras con tu voz
Violeta Parra.