Ella espía el aire atrás del vidrio
Implorando alivio a sus certezas
Se asemejan algo a mí
Nunca encuentra qué decir.
Las gotas en la nariz,
La lluvia vacía y gris
Rara vez son la respuesta.
Desciende al andén del subterráneo.
Espera un milagro hace ya años
Alguien que detenga al menos
Un segundo nada más
Su apesadumbrado andar
Apenas para buscar,
En sus ojos la respuesta.
Y el último tren se va
Y el aire que respiras
Cada día asfixia un poco más.
No hay más preguntas que contestar,
No hay más respuestas sin preguntar.