Ella tiene los ojos color de olivo
y la cintura frágil, para un olvido,
tiene de mar, llena la piel,
tiene color de espuma
tiene, de mar, llena la piel
tiene calor de luna.
Ella camina, viva, por mi camino,
como esperanza, dulce, de noche y trino,
tiene de sal, llena la piel,
tiene color de trigo
tiene, de sal, llena la piel
tiene calor de nido.
Muchacha, de dónde viniste
a meterte, en mi canto,
que se moría triste
/muchacha adónde vas
por tu culpa, muchacha,
hoy he vuelto a cantar/ bis.
Perdona si te importuno con esta idea loca,
de escribirte canciones con música de estrellas,
pero es inevitable, la vida de un poeta
comienza con un verso y una mujer muy bella.
Ya sé como te llamas y donde estás ahora,
porque sé que algún día, aquí en mi corazón,
supe te había encontrado, cuando en mi poesía
amaneció mi vida como una nueva flor.
Muchacha, de dónde viniste
a meterte, en mi canto,
que se moría triste
muchacha adónde vas
por tu culpa, muchacha,
hoy he vuelto a cantar.
Muchacha, adónde vas,
por tu culpa muchacha
este viejo cantor, hoy ha vuelto a cantar.