En san juan se unio
La hoguera y el dolor.
En una ciudad, que no sabia mal,
Se juntaron la herida y la sal
Y se sentaron Y hablaron
De miles de amores pasados,
Que escriben la historia de dos corazones
Que se olvidaron de lo que es amar.
El testigo fue la orilla del mar,
Que en algun momento los llego a tocar,
Se juntaron la herida y la sal,
Se dedicaron la noche
Pensando en que no habria roces,
Ni besos, ni abrazos, ni nigun reproche,
Tan solo una amistad.
Son dos corazones
Que en la noche se entregaron para darse
Cien mil razones para no caer denuevo
En las lagrimas del celo,
En los besos a escondidas,
En las camas compartidas,
En historias que estan muertas
Mucho antes de empezar.
El amanecer les vino a saludar
Y sin saber porque un beso le entrego
Y no supieron parar ese beso,
Y rodaron los cuerpos
Por la habitacion de los sueños,
Se encendio la magia de los bandoleros
Que roban al rico pa desayunar.
La razon perdio la batala sin saber
Que en aquel colchon de esa triste habitacion
Se mataban a besos queriendo olvidar esos sueños,
Cediendo a la voz del deseo que sabe que nunca,
Se volveran a encontrar.
Son dos corazones
Que en la noche se entregaron para darse
Cien mil razones para no caer denuevo
En las lagrimas del celo,
En los besos a escondidas,
En las camas compartidas,
En historias que estan muertas
Mucho antes de empezar.