Voy a emborracharme a la tumba de mi vieja, ella que por mi tanto
sufrió. Lo que me jode, lo que me puede, es no haber llegado a tiempo,
pues yo estaba preso cuando murió.
Hoy akí tirado recuerdo su entereza, sus ganas de lutxa recuerdo cuando
estaba encerrao, ningún amigo de mi se acordó, sólo mi madre me visitó,
compadecida de mi situación, de mi triste situación, me animaba, me daba
valor, porque siempre estuvo allí, por ella viví.
No hay amigos, los que tuve yo me fingieron su amistad no me he olvidado
cuando estuve en prisión, ningún amigo de mi nombre se acordó, y yo
pudriendome allí, sólo podía maldecir mi mala suerte.
Mi madre me solía decir, ke en la cama o en la cárcel, los que van a
visitarte son amigos de verdad.
Ella fue la única que se acordó de mi, ella fue mi apoyo, fue mi
salvación, me dió la esperanza que necesitaba yo, porque siempre estuvo
allí, a mi nunca me abandonó, nunca le importó si yo era culpable o no.