Luna mía de la tierra de mi infancia,
me reflejo en tu mirada y en tu voz,
mis recuerdos de alegría son nostalgia,
iluminan la ternura de tu adiós.
Acunada en ausencias luna mía,
es tu canto el que me llama a mi rincón,
regresando de ese cielo que te abraza
y te lleva prendido a su corazón.
Canta el sauce, vibran ríos y montañas,
son el eco de tu voz de anochecer,
tu lucero es una puerta abierta al alma
de esos valles que me esperan por volver.
Luna mía, mi compañera fiel de madrugada,
te llevo en mi añoranza,
mi voz te llama, mi alma no te olvida.
Luna mía, vuelvo a ti como el viento a la enramada
en mis sueños te recuerdo, llena de esperanza
con reminiscencias del ayer.
Luna mía, centinela de mis noches,
hoy el sueño se me escapa otra vez,
si pudiera regresar a tus arrullos,
a esa luz que acompañaba mi niñez.
En las noches de mi infancia te encontrabas,
mi descanso tu velabas con amor,
en mis sueños tus canciones susurrabas
y mi barrio alumbrabas de calor.
Luna mía vuelvo a ti como el viento a la enramada,
alma mensajera, llena de esperanzas
en las alas firmes del ayer.