He salío de excursión por tus labios bermejos.
He perdío la razón, la he encontrado a lo lejos.
No me quejo del sol porque el día anda fresco.
No porto reloj para no perder tiempo y, sintiendo tu piel,
Avanzo y descanso y sentado en tu voz, escribo,
Con cachos de carbón sobre mi corazón lo que tu boca ha dicho.
Y con ahínco, me lío a mordiscos con el temporal
Y lo hago cisco. ¡te quería despeinar!
Y en el cielo me cuelo y te lanzo estrellas fugaces;
No pidas deseos, deja que te abracen y tracen veredas de luz
Pa que tú las estrenes de noche
Y , se enojen los caminos al ver, como todas sus flores, han recogio sus olores
Y se han ido toas contigo pa florecer a tu vera, p'alimentar tus sentidos,
Pa hacer un nido en la yerba donde quedarnos dormios.
Y si llega el frío, hago mantas mullidas con hojas de chopo,
Y suave te arropo, te vuelvo a abrazar.
Y al despertar, echamos un polvo pa desayunar.
Que se ría el suelo al vernos gozar.
Y comienza a vomitar el sol, si quiere, sus primeros rayos.
Ya hemos hecho los deberes.
Y esperen en los balcones, la macetas nuevos tallos,
Pues se fugan toas las flores pa florecer a tu vera,
P'alimentar tus sentios, pa hacer un nido en la yerba
Y acurrucarnos juntitos ( bis ).