Niña estate quieta, has derramado el café en el mantel
Y así no pueden traer nada bueno los posos
Piensa que lo importante no es arañar en lo superficial
Hay que rascar siempre mucho mas abajo
Aunque roce el frío hielo de su cuerpo me imagino que me quemo
Y es que el hielo algunas veces quema más que el fuego
Levanto la mirada y aun me sorprende ver en el cielo estrellas todavía
Del cielo algunas veces caen lágrimas con espinas
No me imagino sin asaltar a los caprichos de mi destino
No me imagino contigo sentado mirando al mar
Entre el humo de dos cigarrillos voy ajustando un poco mas el tiro
La impaciencia no es la mejor de las armas para el que no quiere fallar
Niña estate quieta, siéntate a mi vera
Que una luna medio mora me ha contado tus secretos de portal
Se te agotaron las entradas para mirar a las estrellas por el agujero de un alfiler
Esta noche hay en el cielo alboroto, porque se van fugando una de cada cien