(David Lebon)
Eres mi niña, mis pensamientos
del dolor.
Casi sin vida vos te llevaste
el corazón
de los que aman,
y sin saberlo le diste sentido
y sin querer lo hiciste brotar.
Oh, mi amor, pensaba que no te iba a ver jamás.
Y ahora te tengo acá.
Cada mañana que te miro veo el sol
y es tan hermoso que tu día
sea de hoy,
y es que en tus ojos
mis pensamientos se hicieron divinos,
y mi actuación no pudo seguir.
Oh, mi amor, te amo con todo mi corazón.
Tu vida es secreto de Dios.