Quiero volver a casa, no tener en que pensar,
hoy he perdido un sueño, lo mató la realidad.
La vida nos da tanto y nos quita por igual,
nunca alcanzamos plenamente la felicidad.
De pronto un día despertamos de nuestra niñez,
crecemos de golpe, no hay tiempo de comprender,
y sin tener respuestas para enfrentar la verdad,
quedamos ante el mundo y nuestra eterna soledad,
soledad, soledad, soledad.
Quiero volver a casa, no tener en que pensar,
y recordar mi infancia para recobrar la paz,
que la tristeza (hoy) llama a la puerta de mi hogar
y ya no encuentro fuerzas para volver a empezar.
No puedo contenerme, tengo ganas de llorar,
tengo una pena grande que nunca podré olvidar.
¿Quién no recuerda el tiempo que perdió por caminar?
¿Quién un otoño acaso no lloró su soledad?
Soledad, soledad, soledad.