Te quiero tanto, no me preguntes más,
te quiero tanto
que me despierto en tí cuando despiertas
y me transformo en luz cuando la luz
llama a tu puerta.
Y en las mañanas asalto la blancura de tu cama,
y soy el negro brillo de tu pelo
que cae en la tibieza de tu espalda,
de tu espalda.
Yo soy la aventura,
y tú la realidad,
tú la ternura.
Yo soy la libertad,
tú la esperanza,
la vida que me das
y no me alcanza,
no me alcanza.
Hoy querida mía
hagamos el amor con alegría.
Tratemos de vivir con fantasía,
juguemos sin temor que hoy es el día,
nuestro día.
Te quiero tanto,
me escondo en los secretos de tu cuarto.
Y pinto los colores de tus flores
y soy el hombre que te quiere
y cuida tus temores.
Y soy el fuego que aleja la tristeza del invierno,
y cuando tú no estás soy el silencio
que quiere ser tu voz para decirte que te quiero.
Yo soy la aventura,
y tú la realidad,
tú la ternura.
Yo soy la libertad,
tú la esperanza,
la vida que me das
y no me alcanza,
no me alcanza.