Recuerdo de mi infancia
las manos de mi abuelo,
eran manos honestas
y el era un hombre bueno.
Recuerdo de mi infancia
el campo amaneciendo,
el agua del arroyo,
y el sonido del viento.
Las voces a lo lejos,
las tardes en la estiba,
el olor a lavanda
y el té de manzanilla.
La luz de los faroles,
mi abuela en la cocina,
el banco de madera
y la leña encendida.
Recuerdo de mi infancia
el tanque y el molino
él carro, los caballos,
el monte y el camino.
El galpón, los aperos,
la parva, la casilla,
el frío del invierno
y el tiempo de la esquila.
El alero de chapa,
el sol en el tinglado,
el olor de la lluvia
sobre el pasto mojado.
Las noches infinitas,
las lunas dibujadas,
los paisajes plateados
y el lucero del alba.
Recuerdo de mi infancia
el miedo a las tormentas,
una casa muy frágil
y el temor de perderla...
La lucha por la vida,
el amor a la tierra
y la angustia interminable
de esperar las cosechas...
Y el momento en que estallan
de espigas los sembrados,
y se inundan los campos
de trigales dorados...
Y comienza la fiesta,
y vuelve la alegría,
y renacen los sueños
porque es tiempo de trilla.