La vida real patea mi puerta Yo no abro Pero igual entra y me encaja Que soy un vejerto de casi 40 Que de tanto llorar perdí la cuenta Que en este jardín los senderos se bifurcan y ya nunca se reencuentran. No importa que quisiste, que tuviste ni por qué peleaste Un solo paso en falso y ya está: la quedaste Y si no das el paso es igual al final nunca va a faltar el gil que te pregunte por qué no te avivaste. Avanzo barriendo arena en la playa rascando la memoria buscando la falla intentando ubicar ese roce secreto que convirtió en ceniza lo que era amor y respeto Ahora camino descalzo
pisando veredas de vidrio molido cortando las calles mientras decido con qué clase de hilo voy a coser lo que tu raje me ha descosido Cada cual con su pena Cada uno con su ausencia El agua que baja mi cara va llevándose tu esencia Las cometas colean allá arriba en el cielo Mientras abajo yo mastico mi pena tengo los zapatos llenos de arena y el corazón tapado de hielo. No vendría mal un mundo al revés donde todo fuera como ya no es pero un puño se cierra bien adentro en mi centro mi pecho está roto Y yo hermano... y yo... casi ya ni floto